El equipo de investigación, dirigido por Nikhil Koratkar, ha demostrado cómo un electrodo de esta nueva clase podría cargarse y descargarse a una velocidad entre 40 y 60 veces más rápida que la de los ánodos de las baterías convencionales, presentando una densidad de energía comparable. Este rendimiento, que en los experimentos efectuados se mantuvo a lo largo de más de 100 ciclos continuos de carga/descarga, sugiere que esta nueva tecnología tiene un potencial significativo para el diseño y fabricación de baterías recargables de ión-litio de gran potencia y alta capacidad.
Las pilas de esta nueva clase permitirían la recarga completa para un ordenador portátil o teléfono móvil en unos pocos minutos.
Una limitación de la arquitectura de la nanoestructura es la masa total relativamente baja del electrodo. Para resolverlo, los próximos pasos del equipo van a ser intentar preparar estructuras más largas con una masa mayor, o desarrollar un método para apilar capas de nanoestructuras unas encima de otras. Otra posibilidad que el equipo está explorando incluye hacer crecer las nanoestructuras sobre grandes substratos flexibles que puedan enrollarse o moldearse para hacerlos encajar a lo largo del chasis de un automóvil.
Estructura del nanomaterial. (Foto: RPI) |
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