martes, 8 de marzo de 2011

Un fármaco anticáncer tiene efectos regenerativos en lesiones de médula espinal

Los investigadores, del Instituto Max Planck de Neurobiología en Martinsried, Alemania, el Instituto Kennedy Krieger, y la Universidad de Miami, ambos en Estados Unidos, y la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, han constatado que un fármaco utilizado actualmente para el tratamiento del cáncer, y que se conoce mayormente por su nombre comercial, Taxol, promueve la regeneración de las células nerviosas dañadas del sistema nervioso central. Lo hace de dos modos: El Taxol estabiliza los microtúbulos de tal modo que se mantiene su orden, y las células nerviosas dañadas recuperan su capacidad de crecer. Además, el Taxol impide la producción de una sustancia inhibitoria en el tejido cicatricial. El tejido cicatricial, aunque reducido por el Taxol, todavía es capaz de crecer en el lugar de la lesión y por tanto puede llevar a cabo su función protectora. Sin embargo, ahora las células nerviosas son más capaces de cruzar esta barrera.


Los experimentos realizados en ratas por este grupo de investigación han permitido verificar los efectos del Taxol. Los científicos aplicaron este fármaco en la zona dañada, después de una lesión parcial de médula espinal. Transcurridas pocas semanas, los animales mostraron una mejoría significativa en sus movimientos.

Es importante matizar que, hasta ahora, el equipo de investigación sólo ha comprobado los efectos del Taxol inmediatamente después de una lesión. El siguiente paso es investigar si el Taxol es igual de eficaz cuando se aplica sobre una cicatriz existente varios meses después de ocurrida la lesión.

El hecho de que un medicamento aprobado clínicamente muestre estos efectos tiene una serie de ventajas. Se sabe mucho sobre las interacciones del Taxol con el cuerpo humano. Además, se puede aplicar el Taxol directamente en el punto de la lesión para el tratamiento de lesiones de médula espinal, y la cantidad necesaria del medicamento es mucho menor a la que se utiliza en la terapia contra el cáncer. Esto debería reducir los efectos secundarios.
"Todavía estamos en la fase de investigación básica y aún debemos superar varios obstáculos. Y finalmente se tendrán que hacer los ensayos preclínicos", advierte Frank Bradke del Instituto Max Planck de Neurobiología. "Sin embargo, creo que estamos en un camino muy prometedor"