domingo, 5 de diciembre de 2010

Fabricar la primera hacha exigió un salto en la capacidad de pensamiento complejo del ser humano

El equipo del neurocientífico Aldo Faisal, de los departamentos de Bioingeniería y Computación del Imperial College de Londres, usó modelos por ordenador y diminutos sensores adheridos en guantes para evaluar las complejas habilidades manuales que necesitaron los humanos primitivos para fabricar los dos tipos de herramientas durante el período Paleolítico Inferior, el cual comenzó hace alrededor de 2,5 millones de años. Para el experimento contaron con la colaboración de un artesano, quien fabricó las dos clases de herramientas: piedras en las cuales lo único que hizo fue afilar sus bordes, y hachas propiamente dichas.

La comparación de las respectivas técnicas de fabricación usadas para construir ambas clases de herramientas de la Edad de Piedra ha proporcionado evidencias de cómo se desarrollaron el cerebro y el comportamiento humanos durante el Paleolítico Inferior.

El avance desde herramientas de piedra rústicas hasta elegantes hachas de piedra con mango fue un salto tecnológico tremendo para nuestros lejanos ancestros humanos. Las hachas con mango eran mucho mejores que las simples piedras afiladas en actividades cruciales como la defensa y la caza y también en labores cotidianas de menor importancia.

Antes del estudio actual, los científicos tenían teorías diferentes sobre por qué los humanos primitivos tardaron más de dos millones de años en crear las hachas de piedra. Algunos han sugerido que esos humanos arcaicos quizá tenían poco desarrolladas sus habilidades o capacidades motoras, es decir que carecían de la suficiente destreza manual para hacer realidad los diseños de hachas. Otros científicos han sugerido que el cerebro humano necesitó de ese tiempo para evolucionar hasta ser capaz de generar pensamientos más complejos, necesarios para concebir mejores diseños de herramientas o mejores técnicas de fabricación.
Las evidencias aportadas por el nuevo estudio confirman que la evolución del cerebro humano fue necesaria para el desarrollo del hacha con mango. Además, todo apunta a que el progreso en la producción del hacha de piedra con mango coincidió con el desarrollo del lenguaje. De hecho, esas funciones se solapan en las mismas regiones de ambos cerebros, el de los humanos primitivos y el de los modernos. Por tanto, el nuevo estudio refuerza la idea de que la fabricación de herramientas y el lenguaje evolucionaron juntos, ya que ambos requirieron de pensamientos más complejos. Eso hace del fin del Paleolítico Inferior una época decisiva en nuestra historia. Después de este período, los primeros humanos abandonaron África y comenzaron a colonizar otras partes del mundo.

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